lunes, 30 de marzo de 2020

Marcelo Percia y el tiempo de la espera

Marcelo Percia y el tiempo de la espera.

Fuente: Cátedra libre Oscar Masotta (facebook)
Cómo no entender que en una época como ésta, un grupo que se erige pretendiendo estar a la altura de la historia, reclame de urgencia las producciones de Marcelo Percia.
Nosotros en Rosario hicimos lo mismo.
A partir de resonancias, fuimos a buscar frases, textos de sus libros. Y cómo no todos o todas los teníamos, fuimos sacando fotos o copiando fragmentos, y nos las compartíamos por las redes.
Tal vez nuestra disidencia, pero no es algo fundamental, es que no pretendimos tomarlo a Percia o a su obra, como un producto a saquear de un súper. Obvio que hablamos del saqueo de los pudientes, los que pretenden almacenar de todo tan a contra reloj.
Y si la cultura de la delación, existan o no los acontecimientos, da votos, quién podría recriminárselos.
Acaso alguien no ha sido pragmático alguna vez. Y al no conocerlos, no sabríamos sí en ello han traicionado algún valor.
Les dejamos algunos de los fragmentos que fuimos recuperando en estos días para poder ponerle palabras a algunas cosas. Cinco fragmentos de estancias en común.
1.
Ciñen la silueta de una ausencia en el aire.
Cuando alguien muere en el hospital se lo llevan sin velatorios ni despedidas, desaparece.
Pero esa vez, se propuso guardar un minuto de silencio para recordar al compañero muerto en el pabellón
Se invitó, a quienes quisieran, encontrarse al mediodía alrededor de un árbol junto al que solía sentarse a tomar mate.
De a poco, fueron llegando de todas partes.
Una población de conocidos y desconocidos convocados para despedirse.
Una voz dijo: vamos a hacer un minuto de silencio para recordar a Velázquez.
60 segundos en común alivian la eternidad.
2.
Apuntalan fantasías que cautivan cuidando. Escribe macedonio Fernández (1928): sin fantasía, mucho el dolor.
Melanie Klein conjetura que sin el abrazo protector de la fantasía no se soporta la vida. Desmesuras emocionales destruirían estremecimientos que todavía no hablan.
Llama fantasía (antes del lenguaje) a eso que soporta intensidades sin nombre, angustias sin representación.
Cuando el amor abraza desamparos, rodea existencias vacías con imágenes de la historia.
3.
Ya acontecidos, desconocen lo todavía por acontecer.
No se concibe lo colectivo como un sólo cuerpo que marcha unido hacia el porvenir; a veces adviene cómo ebriedades que chocan, se lastiman o creen que se acompañan.
Interesa lo colectivo como acontecimiento posible y no como arresto moral de conjuntos que cumplen gestos solidarios y festivos del estar juntos.
Una estancia en común, así invocada, sólo puede narrarse como potencia ya incidida, como existencia no imaginada antes de estar viviendose.
4.
Renace en la serie estadounidense para televisión The Walking Dead quese basa en el cómic de un joven guionista, Robert kirkman(2004). Narra la historia de un apocalipsis viral que hace que los cadáveres de los muertos conserven el solo automatismo devorar a los vivos.
Sobrevivientes se agrupan en pequeños conjuntos militarizados dirigido por líderes más o menos sanguinarios, más o menos sensibles. Sostenidos en la ley de la lealtad familiar, sin derecho, sin filosofía, sin política, sin artes, casi sin ciencias.
Quienes poseen fuerza física, coraje, habilidad para matar a caminantes muertos y personas vivas que asedian como depredadoras asesinas, esos o esas, con suerte, siguen durante más capítulos.
Más allá de la estética estilizada del cómic, de imágenes cautivantes, de guiones sugestivos,de dosificaciones de suspenso, del fino entramado de historias simultáneas, de los atractivos heroicos de casi todos los personajes, ¿Cómo ocurre que una historia así deslumbre a millones de espectaciones desparramadas por el mundo?
5.
Ofrecen refugios de silencio.
En la emergencia se percibe que falta aquello que nunca estuvo: una comunicación posible.
A veces, lo único creíble en ese momento reside en la presencia callada de una cercanía.
En la emergencia, cada cual se hunde en el dolor, pero no se trata un dolor personal, sino de un dolor que se mezcla en el tormento incesante que sufren todos los lastimados

No hay comentarios:

Publicar un comentario